La separación nunca es fácil y es doblemente verdad cuando tiene que comunicarse con su hijo. Si es un copadre, hay una multitud de opciones para estar en contacto con los niños cuando están fuera. ¡La tecnología moderna ha hecho que la comunicación sea más fácil que nunca!
Algo más que tecnología
Es natural querer mantener un contacto regular con los hijos cuando están fuera. Dicho esto, se debe buscar un equilibrio entre el contacto constante y la libertad sin límites. Póngase en el lugar de su expareja: ¿le gustaría que llamara a los niños cada poco tiempo cuando es “su” turno?
Lo último que debe hacer es merodear demasiado cerca. Después de todo es una coparentalidad: ¡deje que sus hijos pasen su tiempo con el otro progenitor! Permitir que los niños tengan sus momentos con el otro padre es normal y saludable.
El primer paso para mantener el contacto con los niños mientras estos están fuera es establecer una serie de normas básicas con su antiguo cónyuge. Por ejemplo:
- Decida si prefieren hacer llamadas programadas.
- Establezca límites (cuánto tiempo hablando con el otro padre es demasiado).
- Decida cómo gestionar la comunicación en las visitas más largas.
Programar llamadas de teléfono regulares
Puede parecer un sacrilegio para las generaciones más jóvenes, pero los teléfonos existen para algo más que enviar mensajes. Fijar un horario de llamadas regular con los niños es una forma estupenda de ser un elemento consistente en sus vidas. Por ejemplo, si el acuerdo de custodia es por periodos equivalentes, suele ser suficiente con una llamada cada pocos días.
Realice videollamadas
Las llamadas de voz obran milagros, pero ver la cara de alguien coloca la conversación en un nuevo nivel. Nunca había sido tan fácil establecer una videollamada, (considere FaceTime, Skype y Facebook Messenger), así que siéntase libre para acoger esta tecnología. ¡Sus hijos se lo agradecerán!
Los mensajes son consistentes
Enviar mensajes es un modo de vida y por una buena razón: ¡es práctico! El contacto regular con mensajes es sencillo, flexible y adecuado para la mayoría de las conversaciones ordinarias. Los mensajes son mucho menos intensos que una llamada de teléfono y son por naturaleza informales. Como tal, es genial para mantener el contacto con detalles menores (¿cómo fue la película?) y no resta valor al tiempo de los progenitores con los niños.
Por supuesto, puede resultar tentador excederse a la hora de enviar mensajes y esperar un flujo constante de mensajes. Intente por todos los medios de evitarlo, a nadie le gusta un padre helicóptero, y recuerde que el tiempo de su expareja es tan valioso como el suyo. Cuanta más libertad y flexibilidad les ofrezca a sus hijos mejor será la relación.
Incluya a su antiguo cónyuge
Imagine organizar un juego de mesa una noche y descubrir que sus hijos tienen una videollamada con su antiguo cónyuge. Este tipo de sorpresas son desagradables para los dos padres.
Tómese el tiempo necesario para informar al otro progenitor en cómo se puede utilizar la tecnología para mantener el contacto. Establecer unos límites firmes es una gran forma de asegurarse de que la tecnología ayuda (y no distrae) a su relación de crianza. Por ejemplo, evite las llamadas durante las visitas nocturnas en las que se pueda producir un sentimiento de morriña. Del mismo modo, evite preguntar demasiado sobre el otro padre durante las conversaciones: céntrese en su hijo, no en su expareja.
Mantener el contacto no debería ser una obligación
Haga que mantener el contacto con los niños mientras están fuera de casa sea algo natural. Para comenzar, hable con su expareja y establezca una serie de normas. Entre las llamadas de teléfono, las videollamadas y los textos hay muchas opciones para mantener el contacto.
Asegúrese de respetar el tiempo de crianza del otro progenitor y sus hijos le querrán por ello aún más.