¿Cómo separar y gestionar los gastos compartidos entre padres divorciados?

Los niños son caros. Una familia de clase media gasta 12.980 dólares al año de media por cada hijo. Los gastos crecen a la vez que el niño, gastando unos 900 dólares más al año en los hijos adolescentes.

Estos gastos no desaparecen cuando los padres se separan. Ambos deben contribuir para cubrir las necesidades de sus hijos.

Sin embargo, encontrar una solución para los gastos compartidos es difícil. Muchas personas no quieren hablar con sus exparejas sobre nada, y mucho menos de dinero. Otros no saben qué hacer después de haber tratado el tema.

Comience con lo básico y después desarrolle un plan de parentalidad completo y específico. A continuación, le ofrecemos una guía.

Hable sobre los gastos compartidos con el otro progenitor

Después de una separación es posible que no quiera hablar con su expareja. Concédase tiempo para pensar las cosas y expresar sus sentimientos. Recupere algo de confianza en sí mismo y hable con la gente que quiere, incluidos sus hijos.

Pero deben tener una conversación sobre finanzas. Tan pronto esté preparado, contacte con su expareja y pídale una cita. Puede acudir con su abogado o un amigo si lo prefiere.

Los dos tienen que desglosar todos los gastos de los niños, incluidas las emergencias. Después, deberán decidir cómo se harán cargo de esos gastos.

No hay que decidirlo todo en una sola reunión. El objetivo es tener una idea general de lo que hay que pagar y después pueden consultar con un consultor financiero. A continuación, deberían hacer un seguimiento juntos sobre los siguientes pasos a dar.

Hay que tener en cuenta que la situación financiera va a cambiar. Ambos deben comprender lo que van a pagar y mantenerse flexibles.

No hay que dividir las cosas al 50%. Si uno de los progenitores gana más dinero puede aportar más.

Si llegan a ese acuerdo no tienen por qué contárselo a sus hijos ya que pueden pensar que el padre que paga más los quiere más. No les cuenten qué pasa entre bambalinas, aunque mantengan un contacto diario.

Intente separar las conversaciones sobre la custodia de los niños del resto de los acuerdos. Tratar todos los temas de una sola vez puede ser agotador y llevar a discusiones. Debe tener claro que se pueden dividir los pagos, pero no la custodia.

Escribir un acuerdo

Una vez que hayan llegado a un acuerdo en los términos deberán escribir un acuerdo formal. No hace falta que sea largo, pero sí claro.

Anoten cuales son los gastos de los hijos. A continuación, añadan los detalles de cómo cada uno de ustedes los hará frente, especificando los métodos de pago y cantidades que va a pagar cada uno.

Acuerden que pasará si alguien no realiza el pago. También se debe especificar que pasará en caso de que el niño tenga una emergencia y dejar claro cómo se pagarán los gastos médicos y recursos adicionales.

El debate sobre los gastos compartidos se puede incluir en un plan de parentalidad más amplio. Incluso se puede redactar un documento separado en el que se trate la custodia y las visitas.

Una vez el acuerdo esté redactado envíe una copia a su abogado y consejero financiero para que lo revisen. Si uno de los abogados no está de acuerdo con algo se debería tratar el tema. No modifique el documento por iniciativa propia ya que puede provocar desconfianza en el otro progenitor.

Gestionar la manutención

Si ha establecido un acuerdo exhaustivo con el otro progenitor no necesitará gestionar la manutención de manera formal. Si no es así, puede acudir a los tribunales para gestionarla. Esta es una buena opción para las personas que han estado en una relación abusiva con el otro progenitor.

Hay varios modelos que se pueden utilizar para calcular los pagos. El modelo de ingresos compartidos divide los gastos en base a los ingresos combinados de los padres. Si uno de los progenitores gana 2/3 de los ingresos combinados entonces pagará 2/3 de los gastos.

La manutención normalmente cubre necesidades como alojamiento y comida. Sin embargo, es posible que su acuerdo no incluya gastos adicionales como la electrónica. Intente hablar con el otro padre sobre cómo facilitarles estas cosas.

Mantener el contacto

No hace falta que haya una comunicación diaria, pero debería haber una línea de comunicación abierta en caso de que se necesite ajustar algún pago.

Si no puede hacer frente a un pago un mes deberá avisar a tu expareja por adelantado. Dígale cómo planea cumplir con los gastos. Discúlpese y tome acción para que no vuelva a ocurrir.

Si al niño le ocurre una emergencia debe informar al otro padre lo antes posible. No permita que lo descubra a través de otra persona. Incluso si no tienen la custodia debe saberlo pues tiene un impacto en sus pagos y en la relación de su hijo.

Si no está cómodo hablando con el otro progenitor directamente, puede utilizar un intermediario. Considere pedir ayuda a un amigo en común en vez de un abogado. No use a su hijo para enviar mensajes a su expareja.

No pasa nada si necesita hacer algunos cambios en el plan de parentalidad inicial.

Hable sobre los cambios que desea hacer y compruebe que su expareja está de acuerdo. Realice los cambios tan pronto como sea posible. Si los nuevos términos no están por escrito puede que el juzgado no los acepte.

Gestionar gastos escolares

Si hay un área en el que se deba centrar es en el colegio. Mucha gente considera que el colegio es un gasto insignificante porque la escuela pública es gratuita, pero es más caro y complicado de lo que parece.

Mientras que el colegio en sí puede ser gratuito las actividades extraescolares no lo son. Los deportistas deben comprar su propio equipamiento y los torneos de robótica y oratoria tienen gastos de registro.

Su hijo necesitará carpetas, papeles y lápices con los que escribir. A medida que crecen, necesitarán un ordenador y un teléfono móvil.

Es posible que en verano su hijo quiera ir de campamento. Además, puede que se vayan de vacaciones. Estas actividades cuestan cientos de dólares, sobre todo si lo hacen verano tras verano.

Si el niño es pequeño puede que no necesite un plan formal para cubrir todos estos gastos. Sin embargo, debería tenerlo antes de que comience con las extraescolares, sobre todo en el nivel de primaria.

También debería considerar el dinero para la universidad. Especifiquen cuánto aportará cada uno en el plan parental. Si cree que se puede realizar un mal uso con ese dinero puede solicitar al juez que se deniegue el acceso a la cuenta al otro progenitor.

Tenga presente que la matrícula no es el único gasto de la universidad. También, necesitará cubrir los gastos de mudanza y alojamiento, especialmente si el hijo estudia en otro estado. Especifíquelo también en el acuerdo.

Cómo ahorrar dinero

En la crianza compartida también se puede ahorrar dinero. El domicilio fijo permite juntar el dinero del alojamiento.

La mayoría de los acuerdos de custodia implican que los copadres viven en casas separadas y los niños se alternan entre ellas. El padre que cambia de domicilio suele comprar un set duplicado de las pertenencias del niño para que esté cómodo.

Con el domicilio fijo, los niños están en una casa y los padres se cambian. Esto minimiza los cambios para los niños y evita que haya que comprar cosas por duplicado.

Si el dinero llega justo, los dos padres pueden quedarse en la casa en habitaciones separadas. En esta opción no hay gastos de mudanza. Sin embargo, solo es posible en casos en los que los padres se separen de forma amistosa.

Muchos padres compensan a sus hijos por las molestias comprándoles regalos. Los juguetes caros pueden ofrecer un alivio momentáneo, pero añaden gastos que más tarde le perjudicarán.

Comparta experiencias con sus hijos en vez de cosas. Salgan a dar un paseo juntos por el parque, invite a sus amigos a casa o jueguen juntos a un juego.

Tampoco hay motivos para comprar muebles infantiles caros. Se pueden encontrar opciones más baratas en tiendas de segunda mano o en mercadillos. Eche un ojo a los periódicos locales.

Ambos progenitores deberían contratar un seguro de vida. En caso de que uno de los dos fallezca, el seguro cubrirá los gastos del niño.

Cómo controlar los pagos

Se pueden comprobar los pagos del copadre de diferentes formas. Una aplicación de coparentalidad ofrece un acceso fácil a todos los documentos, incluido el plan de pago. Así mismo, se puede ver un resumen del estado financiero y si las cuentas están al día.

Se puede establecer cuentas de ahorro o líneas de crédito compartidas, así como acceder a las cuentas a través del banco.

No pregunte al copadre cuándo ha pagado, y no le diga que está controlando sus pagos ya que podría molestarse y dejar de realizarlos.

No pagar la manutención de los hijos es un delito y puede resultar en cargos judiciales. Si el copadre se niega a realizar los pagos deberá informar a las autoridades.

Ponga al niño en el centro

Pagar los gastos de los hijos es frustrante. Hablar con su pareja sobre dinero puede conducir a discusiones, por lo que lo mejor es centrarse en el niño. Céntrese en su bienestar y enorgullézcase de los cuidados que le facilita.

No informe a su hijo de las finanzas. Si descubre que tiene problemas para pagar las facturas puede sufrir ansiedad.

Tampoco le cuente al niño el estado de las finanzas del otro progenitor, dígale que los dos van a cubrir sus necesidades y que no debe preocuparse.

El otro copadre puede intentar ganarse el cariño del hijo inundándole de regalos. No haga lo mismo.

Tenga una conversación con su expareja en privado. Dígale que usted también puede pagar los juguetes y regalos. Incluso podrían intentar hacer un regalo conjunto.

Es posible que después de la separación el niño necesite hablar con alguien. Puede acudir al psicólogo o psiquiatra, concédanle todo el tiempo que necesite para construir su confianza y autoestima.

A medida que el niño crezca puede que tenga algún trabajo. No esperen que el niño aporte a sus propios gastos. Lo mejor es que ahorre el dinero para su propia vida y para las cosas que quiera comprar.

Es probable que deba mantener a su hijo aunque sea mayor de edad. Menos del 25% de los adultos jóvenes son financieramente independientes. Puede que tenga que ayudarle incluso después de que se vaya de casa, compruebe que tiene los recursos necesarios.

Discuta los términos con su nueva pareja

Puede que poco después de la separación tenga una nueva pareja. Evite presentársela a sus hijos al principio. Si puede espere al menos un año.

Mientras tanto, hable sobre su plan de parentalidad con su pareja. Puede ser difícil equilibrar la crianza compartida y las citas por lo que es mejor que su pareja sepa en qué situación se encuentra.

Puede que su pareja esté dispuesta a tener un papel en la crianza de sus hijos. En ese caso, dígale las obligaciones financieras que tiene con ellos.

No espere que su pareja pague la manutención de sus hijos. Es posible que pague una comida o un juguete. Son usted y su expareja quienes deben hacerse cargo de los gastos principales de sus hijos.

Si tiene un hijo con su nueva pareja puede que necesite reconsiderar esos pagos. Sin embargo, sigue siendo responsable de mantener a su hijo mayor. Asegúrese de que tiene dinero para cubrir todos los gastos.

Si un progenitor tiene una pareja que está dispuesta a pagar los gastos, se puede ajustar el plan de parentalidad. Pueden dividir los gastos entre ellos, aunque no debería esperar una reducción de sus propios pagos.

La forma correcta de dividir los gastos compartidos

Puede dividir los gastos compartidos sin mayores problemas. Cuando esté listo, tenga la conversación con su expareja. Trabajen en un plan de parentalidad formal en el que se incluya todo lo que debe pagar.

Mantenga una línea de comunicación con el otro copadre y modifique el plan a medida que sea necesario.

Mantenga el foco en su hijo. No le facilite información que podría preocuparle. Introduzca una nueva pareja si ésta desea asumir un papel en la crianza.

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